Otoño es la temporada perfecta para descubrir valles, recorrer ciudades, adentrarse en los bosques más espesos de Europa.
El otoño está a la vuelta de la esquina y eso quiere decir que sus colores marrones, naranjas y rojos están a punto de teñir Europa haciendo de sus parques, bosques y capitales un lugar sencillamente mágico y acogedor. Skyscanner ha preparado para ti un paseo por los lugares más interesantes de Europa durante la temporada otoñal.
Despídete del verano con una sonrisa, que el otoño llega repleto de cosas que hacer y lugares que visitar. Toma nota y descubre los 10 lugares de Europa donde siempre debería ser otoño.
Bruselas, Bélgica
Bruselas recibe el otoño como se merece, de gala. Es la única época del año en que los cinco museos más importantes de la ciudad belga están abiertos hasta la medianoche. Es también la época en la que Bruselas rinde tributo al diseño y cobra vida con la llegada de diseñadores belgas e internacionales que invaden sus calles con motivo del Brusels Design September. Aquí se respira cultura por los cuatro costados. Pero ¿qué seria de todo esto sin un poco de diversión? El primer fin de semana de octubre se celebra el Beer Wekend. Dos días repletos de eventos y actividades dedicados a la bebida de culto, la cerveza. La Gran Place será el lugar de reunión, así que no te lo pierdas.
Bosque de Dean, Bristol, Inglaterra
Sabes que el otoño ha llegado cuando paseas por un bosque y algo cruje debajo de tus pies. Son las hojas caducas que salpican el suelo. El de Dean es uno de los bosques más fascinantes de la Gran Bretaña, además de uno de los más antiguos. Este parque bordeado por los ríos Severn y Wye y la ciudad de Gloucester en otoño se convierte en una explosión de color. Las hojas de los majestuosos robles, hayas y alerces se tornan doradas y rojizas y los frutos silvestres hacen su primera aparición. Este año además el bosque de Dean acogerá la media maratón de otoño y aprovechará para recaudar dinero para buenas causas. Dato curioso: este bosque estaba en el camino de vuelta que Harry Potter cogía para ir a Londres.
Islas Lofoten, Noruega
No hay cosa más mágica en la Tierra que las auroras boreales y no hay lugar en el mundo que ofrezca una oportunidad mejor para avistarlas que las Islas Lofoten. El equinoccio de otoño es el momento ideal para ver este espectáculo de colores en el cielo. Aunque es imposible garantizar cuando y donde verlas, siempre está la ayuda de las nuevas tecnologías. Descárgate Norways Light, una aplicación gratuita que geolocaliza esta danza de luces en el cielo noruego. Ya que estás por estos lares, déjate caer por Tromso, una de las pequeñas ciudades con una escena más vibrante y sofisticada de Noruega.
Transilvania, Rumania
Transilvania se torna roja y vibrante en octubre. Entonces… ¿qué mejor época del año para visitar la tierra que vio nacer Drácula que ésta? Las montañas se cubren con un manto de colores cálidos y las vistas de bosques y castillos encantados quitan el hipo. Añade a esto la tradicional y espesa niebla que cae encima del paisaje y la ecuación es perfecta. No dudes en coger el coche y recorrer la Transfăgărășan, considerada una de las carreteras más bonitas del mundo. Tendrás la vía para ti solo porque el otoño es tiempo de recogimiento para los transilvanos, que se preparan para recibir al frío invierno macerando el vino y recogiendo madera. Si todos estos argumentos no te acaban de convencer. Piensa en Halloween. Vive la fiesta del terror en la cuna del conde más terrorífico de la historia.
Monasterio de Meteora, Grecia
Los monasterios de Meteora son un lugar mágico y perdido donde los haya. Los griegos llaman a este rincón su lugar sagrado, inmaculado e inmutable. Alucinarás con los monasterios casi suspendidos en el aire, que hacen honor a su nombre en griego. La zona de Meteora está salpicada de peñascos de roca que se elevan como setas en el valle hasta alcanzar el cielo. Si a esto le sumas las hojas de los arboles tornándose amarillas y las espesas nieblas que vienen con el otoño, la estampa es perfecta. Te parecerá estar en un cuento de hadas. No dejes de visitar Kalambaka, el pueblecito con las mejores vistas de Meteora.
Múnich, Alemania
Si estas buscando una excusa para conocer esta ciudad alemana y además te gusta la cerveza, vete directamente al Oktoberfest, del 29 de septiembre al 4 de octubre. Todo empezó con una carrera de caballos que tuvo lugar durante la boda de dos miembros de la realeza bávara allá por el 1810. Desde entonces se celebra cada año un festival a las afueras de Múnich, en Theresienwiese, donde la cerveza es la principal protagonista. Pero no una cerveza cualquiera ya que toda la bebida de cebada que se sirve en el festival debe ser fabricada en Múnich. Si no quieres empinar el codo en exceso, aprovecha para hincarle el diente a alguna salchicha y disfrutar del gran desfile donde se congrega todo el folklore alemán. No te pierdas la apertura del barril. La entrada al Oktoberfest es gratuita.
Lviv, Ucrania
Si la cerveza no es lo tuyo, también hay destino para ti este otoño. Dirígete a esta ciudad del este de Ucrania donde el vino corre a raudales. Por curioso que parezca Lviv es una población con fuerte tradición vinícola. En el siglo XVII los alrededores de la ciudad estaban cubiertos de viñas que producían más de un centenar de barriles de vino al año para los monasterios de la zona. El Festival del Vino y el Queso es una oportunidad fantástica no solo para degustar buen vino al aire libre sino también para descubrir el folclore de esta tierra. Y si el mes de octubre se dedica al vino, noviembre se pliega a la cultura con la noche de los museos y el festival de teatro moderno. No tienes excusa.
El Valle de Douro, Oporto, Portugal
Y hablando de vino… Es impresionante ver cómo se tornan ocres y marrones los viñedos que se agolpan escalonadamente por las laderas del valle hasta las orillas del Duero. Este paisaje único está reconocido como patrimonio mundial por la Unesco y puedes llegar a él por carretera, tren, crucero o helicóptero. Pero quizá la manera más especial para sumergirte en este valle encantado sea en tren de vapor. El ferrocarril recorre en una hora y media el trayecto entre Peso de Rágua y Tua. A un lado de la vía el reflejo del paisaje en el agua. Al otro lado las laderas de los viñedos, aldeas encantadoras y estaciones de trenes pintorescas. A una velocidad de treinta kilómetros por hora tendrás tiempo suficiente para asomarte a ambos lados y disfrutar de estas vistas tornasoladas. Ten en cuenta que el tren solo funciona de junio a octubre.
Piemonte, Italia
Cómo no solo de vino vive el hombre, aprovecha el otoño para escaparte a Italia, uno de esos países conocidos mundialmente por su cocina. La gente empieza a salivar con solo oír hablar de las pizzas napolitanas o con la pasta. Nuestra recomendación es el Piemonte, una región del norte de Italia que muestra su mejor cara en los meses del otoño. ¿La razón? Las trufas, uno de los manjares más codiciados en la alta cocina. Su sabor y olor es uno de los más sexis y apetecibles en la mesa y las cifras hablan por sí solas. Sólo en otoño, del 25 al 30% de los restaurantes de la región llenan mesas noche tras noche, mientras que sólo un 5% cuelga el cartel de completo en verano. La ciudad de Barolo está especialmente bonita en estos meses en los que las hojas caen y sus cocinas sirven las mejores trufas blancas del país.
Franche-Compté, Francia
Si algo tiene el fin del verano es el principio de las lluvias y con ellas la aparición de las primeras setas. Si estas deseando que el otoño asome la nariz para ir a la caza del hongo, el Franche-Compté es la zona que estas buscando. Esta región es una de las zonas más verdes y húmedas del país y una de las menos concurridas, sea dicho de paso. Pero los suelos húmedos no solo permiten la aparición de las setas. Los lagos se multiplican por los bosques y parques de esta comarca, convirtiéndose en un lugar verdaderamente placentero para los amantes de los paseos. Ya lo sabes, el otoño en esta zona del norte de Francia es curiosamente suave.
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