Ver y admirar

Sagrada Familia, Barcelona

La Sagrada Familia es la obra inacabada del arquitecto estrella del modernismo, Antoni Gaudí. Bueno es mucho más que eso. Es el monumento que congrega más turistas al año en Barcelona. Este templo colosal es uno de vuestros favoritos por muchos motivos. Pero una de ellas es la magnífica fachada del Nacimiento, ricamente ornamentada. O su interior, que se asemeja a un bosque de columnas blancas que se tiñen de colores gracias al reflejo del sol sobre los grandes ventanales de vitrales. Si te acercas por allí verás cómo están trabajando en la construcción de la primera sacristía y las torres centrales. Y cuando acaben con ello, aun quedará por levantar la fachada principal, también conocida como el Portal de la Gloria.

 Catedral de Toledo, Castilla-La Mancha

La Catedral de Toledo es la obra maestra del arte Gótico en España. Pero no siempre fue así. Cuentan que en el lugar donde hoy se levanta majestuoso este templo católico antes estaba la que fuera la mezquita de Toledo, y en ella es posible ver algunos de sus vestigios. Cuando vayas, fíjate en la columna islámica empotrada dentro de la capilla de Santa Lucía, los fustes marmóreos que guarnecen el exterior del coro o los arcos entrecruzados de estilo califal en triforio de la Capilla de Mayo. Seguro que sales enamorado de este trozo de historia tan increíble.

  Teatro Romano de Mérida, Extremadura

El Teatro Romano de Mérida es el monumento más antiguo de esta lista de los mejores monumentos de España. Su construcción se remonta al año 15 o 16 aC, para el entretenimiento de la alta sociedad que vivía en la Colonia Iulia Augusta Emerita. Con la caída del Imperio, el teatro cayó en desuso y fue sepultado bajo tierra hasta que una excavación arqueológica en 1910 lo rescató del olvido. Ironías del destino, hoy este edificio romano sigue usándose con el mismo propósito para el que se levantó hace más de 2.000 años. Cada verano alberga el Festival Internacional de Teatro Clásico de Mérida y es el mejor telón de fondo para ver a las Troyanas contando sus desgracias o ser testigo de las miserias de Edipo.

 Muralla de Ávila, Castilla y León

Por lo visto, os gustan las piedras y la historia. O al menos eso es lo que se puede deducir del hecho de que la Muralla de Ávila sea uno de vuestros monumentos favoritos de España. Este enorme pedazo de historia viva es el recinto amurallado más bien conservado del mundo. La muralla de Ávila fue construida entre los siglos XI y XIV para prevenir ataques musulmanes a la ciudad y todavía hoy sigue en pie, testigo mudo de batallas y conflictos. Si te apetece conocerla bien te recomendamos que te des un paseo por el exterior, a ser posible de noche, para verla iluminada. Son sólo 3 kilómetros y te regalarás la vista.

Palacio Real, Madrid.


París, Francia.


Luxemburgo.


Londres, Reino Unido.


Oslo, Noruega.


Ginebra, Suiza.


Lyon, Francia.


 Milán, Italia.


Bruselas, Bélgica.


 Marruecos.


Pisa, Italia.


Oporto, Portugal.


Ibiza, Baleares.

Que hacer en Madrid

Fotografiar el skyline

Desde hace años es uno de los signos de identidad de la capital. A las conocidas como ‘Cuatro Torres’ -Cristal, Bankia, PwC y Espacio-, se unen las Kio, en la Plaza de Castilla, y Picasso, en pleno centro financiero. Dicho cuarteto, las torres más altas de España, puede admirarse desde muchos puntos de la ciudad, pero recuerda que cuanto más alejado te encuentres, mejor perspectiva lograrás para conseguir una impactante instantánea.

Sentirse como un rey en el Palacio Real

Residencia oficial del Rey de España, aunque no viva en él, sino en el de La Zarzuela, es el palacio real más grande de Europa Occidental. Alberga una impresionante colección de pintura, escultura y tapicería que puede contemplarse gratuitamente en determinadas fechas: desde abril a septiembre y de lunes a jueves, entre las 6 y las 8 de la tarde; y de octubre a marzo, entre las 4 y las 6. Aunque suelen formarse largas colas, sobre todo, durante los días en que la temperatura es más amable, merece la pena esperar y ahorrar los once euros que cuesta la entrada. Además, cada miércoles tiene lugar el curioso Cambio de Guardia en la puerta de la calle de Bailén, cada 30 minutos, de 11 a 14 horas.

 Hacerse el interesante en algún museo

Siguiendo el modelo de París o Londres, donde algunos museos ofrecen la posibilidad de contemplar su obra sin ningún coste, los tres grandes de la cultura nacional abren sus puertas gratuitamente a los ciudadanos. A pesar de que se sufren larguísimas esperas, si no te apetece o no puedes rascarte el bolsillo, tienes posibilidad de visitar el Prado, la pinacoteca española por excelencia, de 6 a 8 de la tarde, de martes a sábado, y de 5 a 8, domingos y festivos. Por su parte, el acceso al Reina Sofía no tiene coste entre las 7 y las 9 de la tarde de lunes a sábado -cierra los martes- y de una y media a 7, en domingo. Asimismo, las Colecciones Permanentes del Thyssen Bornemisza son gratuitas los lunes, de 12 de la mañana a 4 de la tarde.

 Recorrer el Madrid de los Austrias

Cada día, a las 10:30, haga sol, llueva, nieve, granice o truene, desde la Plaza de Isabel II -o Plaza de la Ópera- parte un tour gratuito para conocer de primera mano y durante dos horas y media el Madrid de los Austrias. A lo largo de esta ruta puede contemplarse la evolución de Madrid entre los reinados de Carlos I, fundador de los Austrias, y Carlos II, con el que extinguió la rama española de esta dinastía. Los barrios de Palacio y Sol son protagonistas absolutos de un paseo donde pueden admirarse algunos de los puntos más castizos de la Villa y Corte.

 Contemplar el atardecer desde el Templo de Debod

Sin lugar a dudas y por unanimidad, uno de los atardeceres más bellos de la ciudad puede contemplarse desde el Templo de Debod, que fue regalado a España por Egipto en 1968. Inaugurado cuatro años después, tras dos de restauración y un delicado viaje en barco desde su emplazamiento original, a orillas del Nilo, se ha convertido en sitio único para contemplar una de las más bellas puestas de sol que se puedan recordar.

Relajarse en el Parque del Retiro

Aunque parezca imposible, sí se puede huir del insoportable ruido de Madrid sin necesidad de escaparse al campo. Con 118 hectáreas y un origen que se remonta al siglo XVII, es idóneo para relajarse del estrés que provoca la capital de España. Ya sea en bicicleta, corriendo, patinando, montando en barca o, simplemente, sentado en un banco en compañía de un buen libro, el Retiro hace honor a su nombre. Di adiós a los problemas y relájate.