La ciudad extravagante, esa que no tiene rival en sus rarezas, nos deslumbra también con su skyline: Tokio tiene 45 edificios y estructuras por encima de los 185 metros (siete de ellos en construcción), lo que la convierte en la tercera urbe del mundo con mayor número de rascacielos. Su contemplación es un delirio futurista, un lugar fascinante para arquitectos y viajeros aturdidos, especialmente por su colorido y sus formas, puesto que, por su tendencia a los terremotos, la altura no suele ser excesiva para un rascacielos. Aunque, todo hay que decirlo, la Tokio Skytree, con 634 metros, es la torre de telecomunicaciones más alta del mundo. Las Oficinas del Gobierno Metropolitano, o la Midtown Tower son sólo otros de sus nombres propios. Para comprobarlo, sube a Roppongi Hills y contempla esta vista nocturna.
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