jueves, 23 de febrero de 2017

De España al norte de Europa.Castillos del mundo.

Castillos, fortalezas y palacios más increíbles del Mundo entero.

Los mejores , o al menos los más bonitos, están en lugares increíbles. Encima de montañas, junto a lagos, en islas, rodeados de vegetación, se reflejan en el agua… y todos, por más diferentes que sean, tienen la capacidad de hacer soñar al que los visita.

Si no tienes planes para tus vacaciones o necesitas ideas, ¿qué te parecería hacer una ruta en coche por los castillos más bonitos de Europa? Es una idea estupenda y una buena manera de disfrutar del tiempo libre. Así que sigue leyendo, porque aquí van 13 fortalezas, palacios y castillos que te darán ganas de salir volando.

Castillo de Bran, Rumanía

Por si no fuera suficiente con sus tejados rojizos, la vegetación frondosa que lo rodea y un paisaje, nunca mejor dicho, de cuento, el Castillo de Bran está rodeado por un halo de misterio. Esta fortaleza medieval en Transilvania (Rumanía) es uno de los lugares más visitados del país por la leyenda que lo vincula al Conde Drácula. Realmente, este personaje histórico tenía su residencia en otra fortaleza, pero esto no ha impedido la gente lo siga llamando “El castillo de Drácula”. Así que no te asustes y déjate llevar por el encanto medieval de Bran.

Castillo de Eilean Donan, EscociaReino Unido

Pese a su tamaño reducido, el castillo de Eilean Donan es el protagonista de muchísimas postales y fotografías que se hacen los turistas en Escocia. Construido sobre un islote y conectado con la tierra por un precioso puente de piedra, cuando la marea sube se refleja en el Loch Duich como si de un espejo se tratara. Su aspecto actual es fruto de la restauración a la que fue sometido por el clan MacRae a principios del siglo XX. Y es tan bonito que ha salido en varias películas de Hollywood como la mítica “Los Inmortales” o “Braveheart”.

Alcázar de Segovia, España

Quien piense que en España no tenemos castillos de postal se equivoca, y mucho. El Alcázar de Segovia es la prueba que confirma que la península es tierra de fortalezas y palacios que no tienen nada que envidiarles a los de nuestros vecinos. Este monumento se alza sobre un cerro y domina el paisaje con elegancia. Y no es de extrañar que durante la Edad Media fuera la residencia favorita de los Reyes de Castilla. No te vayas sin visitar la Sala del Trono ni la de las Piñas.

Castillo de Chillon, Suiza

A orillas del Lago Leman y en un entorno espectacular, el Castillo de Chillon hunde sus cimientos en un fuerte de la Edad del Bronce y lleva ocupado más de 10 siglos. Ha sido el hogar de varias casa reales y sirvió de inspiración al poeta inglés Lord Byron, con su aspecto de postal. Está muy cerca de la ciudad de Montreux y cualquier visita a esta fortaleza es como un viaje al medioevo.

Castillo de Neuschwanstein, Alemania

El castillo de Neuschwanstein (significa “Nuevo Cisne de Piedra” en alemán) es famoso además de por ser la inspiración para el castillo de la Bella Durmiente de Disney, por ser el capricho de Luis II de Baviera, “el rey loco”. Pese a su aspecto medieval, es de finales del siglo XIX y su estilo a medio camino entre la fortaleza neo románica y el palacio neogótico es un delirio de torres y muros que se funden con las montañas y lagos que lo rodean. Está bastante cerca de Múnich, así que si estás por la zona no te lo pierdas.

Castillo de Trakai, Lituania

Los castillos en el agua tienen una capacidad de fascinarnos infinita. El de Trakai, en Lituania, no podía ser menos, con su ubicación privilegiada en medio de un lago y rodeado por bosques. Esta fortaleza de ladrillo rojo sustituyó en el siglo XV al castillo original y durante años sufrió los azares del tiempo, la historia y las guerras… hasta que, finalmente, en el siglo XX se reconstruyó para darle la apariencia actual. Más bonito imposible.

Castillo de Egeskov, Dinamarca

El castillo de Egeskov es la fortaleza renacentista mejor conservada de Europa y es una gema. Increíblemente hermoso por dentro y por fuera, se alza junto a un lago y la leyenda cuenta que para construir sus cimientos se necesitó un bosque entero de robles. Quizás por eso el nombre del castillo significa “Bosque de Robles” en danés). Sea como fuere, esta fortaleza de ladrillo rojo y torres cónicas parece que siempre esté posando para una foto.

Castillo de Belmonte, Cuenca, España

Elevada sobre el cerro de San Cristóbal a las afueras de la villa de Belmonte, esta fortaleza robusta controla el paisaje siempre dorado. Es singular por su excelente estado de conservación y porque su aspecto exterior sigue siendo casi el mismo que tenía cuando se construyó en la segunda mitad del siglo XV. El castillo de Belmonte es una fortaleza palacio que cualquiera debería explorar. Y más si tu visita coincide con laguna de sus recreaciones medievales o incluso con el Pasaje del Terror que lo toma algunos días de agosto.

Castillo de Bodiam, Inglaterra, Reino Unido

En los cuentos los castillos tienen un foso profundo lleno de agua y, a veces, cocodrilos. Y a juzgar por las fotos del Castillo de Bodiam, este podría ser perfectamente el escenario de nuestra historia favorita. Se trata de una fortaleza cuadrangular austera y capaz de ahuyentar al enemigo más pesado. Como en la mayoría de los casos, en el siglo XVI fue abandonado y se convirtió en una ruina hasta que Lord Curzon lo restauró y legó al National Trust en 1926.

Castillo de Lichstenstein, Alemania

El castillo de Lichstenstein, cerca de Stuttgart, es una preciosidad encaramada a una roca en los Montes Suabos. Lo que hoy podemos admirar, con su aspecto elegante y cuidado, es fruto de la reconstrucción neogótica sobre los restos de una fortaleza medieval que estaba en el mismo lugar. El nombre de Lichstenstein lo sacó el duque Guillermo de Urach de una novela romántica. Verlo en primavera es un espectáculo.

Castillo de Chenonceau, Francia

El Valle del Loira es uno de los mejores lugares del mundo para ver castillos. Hay muchísimos y todos rivalizan en belleza, grandiosidad y, por supuesto, lujo. Pero nosotros esta vez nos decantamos por el castillo de Chenonceau. Lo único que queda de la fortificación medieval original es la Torre de los Marques, mientras que el resto se edificó a principios del siglo XVI en un estilo palaciego mucho más apropiados para los tiempos. El castillo de Chenonceau es conocido como “el castillo de las mujeres” por la huella que dejaron en él las nobles que lo construyeron, residieron en él o lo poseyeron como por ejemplo Diana de Poitiers, Luisa de Lorena-Vaudémont o la misma Catalina de Médicis.

Castillo de Hohenwerfen, Austria

El castillo de Hohenwerfen también trepa por la montaña hasta situarse en su cima y, orgulloso, dominar la zona. Esta fortificación de grandes dimensiones está en la ribera del río Salzach, cerca de Salzburgo y sus orígenes se remontan al siglo XI como parte de la línea defensiva de esta zona de Austria. Está rodeado por los Alpes y parece inexpugnable. Tanto es así que se usó como cárcel. Hoy se puede visitar casi en su totalidad, incluida la cámara de tortura y su Museo de Marionetas.

Ashford Castle, Irlanda

Este castillo medieval situado en el condado de Mayo en Irlanda es uno de los más bonitos de toda la Isla Esmeralda. La fortaleza, que es más un palacio que otra cosa, está a orillas del lago Corrib y se construyó en el siglo XIII para una familia anglonormanda. Ya en el siglo XVIII cayó en manos de los Guinness, que lo vendieron en 1945. En la actualidad el castillo de Ashford es un lugar de fantasía en el que puedes pasar una noche o más, ya que es un hotel de cinco estrellas de primer nivel.

lunes, 20 de febrero de 2017

Cantabria es infinita!!! España.

Dicen de Cantabria que es una tierra infinita, llena de paisajes de ensueño y experiencias por vivir. Cierto es. Tanto hay que hacer, ver y comer en esta preciosa región del norte de España que no es difícil que uno no sepa por dónde empezar. Para ahorrarte quebraderos de cabeza ahí van 10 sugerencias, todas ellas dignas de integrar cualquier lista que lleve por título ‘10 rincones imprescindibles de Cantabria’.

Nacimiento del Río Ebro

Todo el mundo sabe que el río más caudaloso de España desemboca en el Mediterráneo, pero no tantos que sus primeras gotas surgen en Cantabria. El larguísimo Ebro nace en el circo del Pico Tresmares, a más de 1.800 metros de altura, aunque desde tiempos de los romanos su nacimiento oficial fue establecido en Fontibre. Acércate hasta este manantial situado en el municipio de Campoo de Suso si quieres contemplar el kilómetro cero del segundo río más largo del país.

La “Neocueva” de Altamira

¿Se puede entrar a la Cueva de Altamira? La respuesta es no pero sí. La capilla Sixtinadel arte rupestre cuenta con una excelente réplica situada a tiro de piedra de Santillana del Mar llamada Neocueva de Altamira. En su interior se recrean artificialmente los más importantes grabados de la original, bisonte encogido y gran cierva incluidos. No obstante, en 2014 comenzó una acción que permite a varios turistas a la semana entrar dentro de la cueva real y observar de primera mano los animalitos de la roca. No obstante, esta acción contribuye al deterioro de las pinturas (deterioro para el que a día de hoy no existe remedio). Los afortunados son elegidos por sorteo entre los visitantes de la instalación.

Playas de Somocuevas, la Arnía y Covachos

Aunque las playas del Sardinero son las más famosas de Santander, en las afueras de la ciudad existen pequeños arenales más discretos y bellos, poco turísticos, perfectos para relajarse y olvidarse del bullicio de la capital. Para llegar conduce dirección Liencres y toma el desvío a la playa de Somocuevas o La Arnía, ambas increíblemente preciosas y mucho más salvajes, naturales, frecuentemente sin socorrista. Si la marea está baja visita Covachos, una pequeña lengua de fina arena que solo queda al descubierto cuando el mar se va. Si te apetece algo más de movimiento apuesta por San Juan de la Canal y, una sugerencia, termina el día viendo atardecer en el Parque Natural de las Dunas de Liencres, dicen que es uno de los más bonitos de la región.

Parque Natural de los Collados del Asón

En la Cantabria más oriental, aquella que linda con Euskadi, se encuentra el verde Parque Natural de los Collados del Asón, un paraíso para senderistas, espeleólogos, escaladores, piragüistas y amantes de la naturaleza en general. En esta zona articulada en torno a la localidad de Ramales de la Victoria uno puede hacer cientos de rutas, adentrarse en la enorme Cueva de Coventosa, descender el río Asón a golpe de remo, o encaramarse a las vías ferratas del Cáliz (apta para novatos) o El Risco. Si de noche aún te quedan fuerzas, toma el coche y sube casi hasta arriba el Puerto de los Tornos, justo hasta el mirador. Las estrellas que allí se encienden cuando se escapa el sol te dejarán boquiabierto.

Visita salvaje al Parque de Cabárceno

Dar zanahorias a la boca a las jirafas, adentrarte en jeep en el recinto de los osos pardos, compartir una manzana con un elefante, acariciar con cuidado a un rinoceronte blanco o sujetar en tu brazo un águila imperial. En eso consiste la visita salvaje al Parque de Cabárceno en la que siempre estarás acompañado de un veterinario y/o cuidador que te irá explicando cómo cuidan a los animales y el porqué de tu presencia allí. Aquí los seres vivos no son juguetes y se les trata con un respeto exquisito. Esta visita es una experiencia única que quizá no puedas vivir en ninguna otra parte del mundo.

El Capricho de Gaudí

El gran arquitecto Antoni Gaudí tuvo a bien dejar en Cantabria un bello edificio modernista. Lo encontrarás en la localidad de Comillas, un bonito pueblo sito en la costa occidental de la región. La construcción responde al nombre de El Capricho, aunque su denominación real es Villa Quijano. La decoran un montón de motivos y flores que vigilan la entrada de los comensales que se animan a visitarlo. Hasta el año 2009 El Capricho fue un restaurante, pero ahora está abierto a visitas que permiten explorar este espacio tan singular. Puedes completar tu visita a la zona subiendo hasta el Palacio de Sobrellano o, si te gustan los camposantos, visitando el cementerio. El ángel exterminador que se encuentra en la puerta es inofensivo, palabra.

Cueva del Soplao

Aunque Cantabria está llena de grutas para explorar, es la Cueva del Soplao la más famosa de todas ellas. La encontrarás bajo las montañas cercanas a la marinera de San Vicente de la Barquera y, si quieres entrar, mejor reserva porque todo el que viene quiere pasar. No me extraña, su interior alberga una de las mayores concentraciones de estalagmitas excéntricas del mundo. Son blancas, enrevesadas e imposibles, nunca has visto nada igual. Para conocer El Soplao hay dos modalidades: la visita regular guiada por la sala principal (bien acondicionada e iluminada, muy espaciosa, apta para gente poco amante de los espacios cerrados), y la vista aventura, más cara, larga y tipo espeleología pero aún con todo sin mucha complicación, ideal para una mañana en familia fuera de lo normal.

Faro del Caballo

No hace falta irse a Mallorca para disfrutar de aguas turquesas. Podrás encontrarlas cristalinas y hermosas a los pies del monte Buciero o Peña de Santoña, la elevación que preside la gran bahía de Santoña. Una agradable ruta por el bosque lleva hasta este recóndito lugar solo accesible a pie o en barco (de hecho, ir en barco es lo ideal). Sigue las flechas que te llevarán hasta sus escaleras y, una vez allí, hártate de paciencia pues tendrás que bajar más de 600 peldaños irregulares hasta llegar al lugar. Merece muchísimo la pena, aunque mejor si tomas algo contra las agujetas para no sufrir el día después. Una vez abajo, si te apetece y sabes nadar, puedes lanzarte al agua. Mucho ojo antes de saltar, comprueba que serás capaz de volver a subir después por las cuerdas.

Picos de Europa

Los amantes de la naturaleza y las alturas tienen una cita ineludible con los Picos de Europa cántabros. Podrás subir a ellos sin esfuerzo tomando el teleférico de Fuente De, una instalación que salva en un par de minutos una distancia de 750 metros de altura. Una vez allí maravíllate con la vista del Mirador del Cable (hay una parte de ‘suelo de rejas’ solo apta para valientes) o diviértete explorando la zona. De hecho, si tienes ganas de travesía, puedes cruzar las montañas hasta llegar a Asturias aunque para hacer esto lo recomendable es tener un día entero, mejor dos para disfrutar del paisaje con toda la tranquilidad del mundo.

Palacio de la Magdalena

Un clásico de Santander que no por típico deja de ser hermoso. De hecho es un lugar por el que no puedes dejar de pasar cuando estés en la capital de la región. La antigua residencia de verano de los reyes de España sigue manteniendo en el siglo XXI su elegante porte victoriano que ahora sirve de sede a muchos de los cursos de verano de la Universidad Internacional Menéndez Pelayo. Su situación no podría ser mejor: ocupa una pequeña lengua de tierra rodeada de playas y acantilados entre la zona del Sardinero y la de Reina Victoria. Un hermoso entorno salpicado de pinos, focas, pingüinos y columpios harán las delicias de grandes y mayores. Un lugar tan auténtico que aquí se rodó la serie ambientada a principios del siglo XX “Gran Hotel”.

martes, 7 de febrero de 2017

Viaje a México.

Los 10 rincones que deberías ver en un viaje a México, desde sus ciudades coloniales hasta las playas del Caribe y del Pacífico.

Cuando planees un viaje a México ten en cuenta que es un país enorme y que necesitarás mucho tiempo para poder recorrerlo y ver todo lo que ofrece. Por eso es fundamental decidir qué tipo de viaje quieres hacer.

Su gran historia, con innumerables ciudades coloniales y sitios arqueológicos, sus playas paradisíacas, tanto al este como al oeste del país, su cultura inagotable, su deliciosa comida y la hospitalidad de su gente, son solo algunas de las razones para elegir México como destino en tus próximas vacaciones.

Si no sabes por dónde empezar a planificar tu viaje a México, sigue leyendo y descubre los 10 lugares de México que deberías ver.

1. Ciudad de México

La Ciudad de México, Distrito Federal, el D.F. o en su forma abreviada México, D. F., es la capital del país y una de las ciudades más grandes del mundo. Tal vez por su inmensidad, su oferta es de lo más variada.
La plaza de la Constitución, más conocida como «El Zócalo», puede ser un buen punto de partida para recorrer su centro histórico. El Museo Nacional de Antropología, el Castillo de Chapultepec, el Palacio de Bellas Artes, la Catedral y la Casa de los azulejos son algunas de las cosas que no puedes dejar de visitar. Para los amantes del arte, en las paredes del Palacio Nacional, se pueden admirar magníficos murales de Diego Rivera. También se puede visitar «la Casa Azul» o Museo Frida Kahlo, lugar que fue residencia de la conocida pintora.
Entre tanta urbanización, si lo que uno desea es un poco de contacto con la naturaleza, el bosque de Chapultepec, con sus más de 600 hectáreas, es el lugar ideal. Deja que el encanto chilango te seduzca.

2. Teotihuacán

La zona arqueológica de Teotihuacán es uno de los complejos más impresionantes del mundo. Se encuentra a unos 50 kilómetros de la Ciudad de México y se la puede visitar en un paseo de un día desde la misma.
También llamada «Ciudad de los dioses», Teotihuacán fue un poderoso centro político, militar, económico y cultural, que influenció a toda Mesoamérica. En el paseo por la llamada «Calzada de los Muertos», verás sus antiguas construcciones, entre las que destaca la más alta: la pirámide del Sol. Subiendo por sus 243 escalones podrás disfrutar de una maravillosa vista de los restos de la ciudad.

3. Puerto Escondido

En la costa del Pacífico mexicano está Puerto Escondido, un paraíso para los amantes del surf. Entre sus playas, la llamada Zicatela es la más famosa por su oleaje intenso para practicar este deporte. Sin embargo, también se pueden encontrar playas de aguas tranquilas donde poder nadar y disfrutar del sol.
De cuando era un pueblo de pescadores conserva su aire pintoresco y un tanto rústico. Además, gracias a la abundante flora y fauna de la zona, es un lugar ideal para practicar pesca deportiva, snorkel y buceo.

4. Oaxaca

La ciudad de Oaxaca, capital del estado homónimo, es una de las ciudades coloniales más bellas del país: sus edificios históricos, sus mercados de artesanías, su deliciosa comida regional y, sobre todo, la calidez de su gente, hacen de este destino un lugar imprescindible. Al recorrer sus calles y pasear por sus mercados, sentirás su cultura, disfrutarás de sus olores y sabores y aprenderás de sus costumbres.
Además, no puedes dejar de visitar dos de sus grandes tesoros: el ex convento de Santo Domingo, edificado en el siglo XVI y hoy convertido en museo, y la basílica de la Soledad, una obra fascinante del estilo barroco.

5. Tulum

Situada en la península de Yucatán a orillas del mar Caribe, Tulum posee la única zona arqueológica del país que se encuentra junto a la playa. Los mayas construyeron sobre un acantilado lo que fue una de sus ciudades más ricas y que hoy representa uno de los mayores atractivos de la zona.
En Tulum no hay grandes cadenas hoteleras ni centros comerciales. Todas sus construcciones intentan respetar el entorno natural del lugar y sus playas continúan siendo casi vírgenes. Esto la convierte en el destino ideal para quienes desean estar en un lugar tranquilo y en contacto con la naturaleza. A unos pocos kilómetros, podrás visitar unos pozos naturales de agua dulce llamados «cenotes», en los cuales se puede practicar actividades acuáticas como snorkel y buceo.

6. San Cristóbal de las Casas

San Cristóbal de las Casas es una pequeña ciudad, de las que te invitan a recorrerla a pie. Más allá de visitar sus edificios emblemáticos, lo mejor es pasear por sus calles empedradas y apreciar su arquitectura, en la que destacan sus tejados, balcones y fachadas que pueden transportarte siglos atrás. Considerada «pueblo mágico», San Cristóbal es de esas ciudades que enamoran y que invitan a relajarse.
Una buena opción desde aquí, es realizar una excursión de un día al Cañón del Sumidero, un recorrido en lancha a través de acantilados de hasta mil metros, donde estarás rodeado de pura naturaleza.

7. Cabo San Lucas

Donde el mar de Cortés se une al océano Pacífico se encuentran las playas del cabo San Lucas, que ofrecen opciones para todos los gustos. Practicar surf, snorkel, buceo, pesca o incluso avistar ballenas entre diciembre y marzo es posible.
Su clásica postal es «el Arco», una formación rocosa con forma de arco creada por la naturaleza. Se encuentra junto a la llamada «playa del amor», a la que solo se accede por agua, lo que la convierte en una de las más tranquilas de la zona.
Además de contar con una de las más importantes infraestructuras hoteleras del país, este destino cuenta con varios campos profesionales de golf, donde se desarrollan torneos internacionales cada año.

8. San Miguel de Allende

Pintoresco y colorido, San Miguel de Allende es de esos lugares que invitan a una estancia prolongada. Tal vez por esa razón, otra de las cosas que llama la atención es su población cosmopolita.
En sus calles se respira un aire bohemio, lleno de arte y cultura. Difícilmente no te enamores de sus numerosas galerías de arte, museos, iglesias y casas de estilo colonial. Aunque caminar es la mejor opción para recorrerla, subirse al tranvía que recorre los principales puntos de la ciudad es una buena alternativa, al final del recorrido te dejará en un mirador con increíbles vistas de la ciudad.
Por último, si deseas escaparte un rato de la ciudad, a unos 15 minutos encontrarás balnearios de aguas termales donde liberarte del estrés o hacer algún tratamiento para la piel. Y si San Miguel de Allente de gusta, no te pierdas el encanto colonial y los colores de Guanajuato.

9. Puerto Vallarta

Puerto Vallarta combina historia, arte, montañas y playas. A pesar de que la ciudad ha crecido mucho en los últimos años, el centro histórico intenta conservar las características del pueblo original con calles empedradas, casas blancas y tejados rojos.
En él también se pueden encontrar numerosas galerías de arte con variadas exhibiciones de artistas nacionales e internacionales. El famoso malecón, ubicado entre la ciudad y el mar, es con sus numerosas esculturas, otro espacio para conectarse con el arte.
No solo podrás disfrutar de sus playas, pues las montañas que rodean a Puerto Vallarta invitan a realizar otro tipo de actividades como paseos a caballo, avistamiento de aves, caminatas por la selva o recorridos en bicicletas de montaña.

10. Guadalajara

Guadalajara es una de las ciudades más grandes de México. A raíz de este crecimiento, muchos de sus antiguos edificios han sido remplazados por modernas construcciones, aunque los más importantes se han mantenido, sobre todo en su centro histórico. Merecen una visita el Instituto Cultural Cabañas y el teatro Degollado.
La ciudad es la cuna de dos de los símbolos de la cultura del país: los mariachis y el tequila. Los músicos tienen incluso su propia plaza en la ciudad, donde ofrecen espectáculos en vivo continuamente.
Si lo que deseas es escapar del bullicio de la ciudad, puedes abordar el «Tequila Express», que te llevará, en un viaje de ida y vuelta en el mismo día, a recorrer casas tequileras para aprender sobre la historia y el proceso de destilación del que es considerado mejor tequila del mundo.

domingo, 5 de febrero de 2017

20 pueblos medievales más bonitos de Europa...( 2 )

11. Hallstatt, Austria
Un pueblo medieval digno de cuento, así podríamos definir Hallstatt, una localidad que descansa a la vera de un lago y que vigilan las montañas del distrito de Salzkammergut. Su plaza mayor rodeada de fachada de enredaderas y flores es la guinda de un pastel que deja un excelente sabor de boca.Pueblo de hallstatt en austria

12. Dinant, Bélgica

El máximo exponente de la belleza de Valonia bien podría ser la pequeña localidad de Dinant, la Hija del Mosa, apodada así por descansar a la vera de este río. Su gótica Colegiata de Notre Dame saluda al visitante mientras da la espalda al acantilado, quizá enfadada por haber destruido a su hermana mayor, un templo románico previo que la naturaleza quiso sepultar bajo la roca.Belgica dinant

13. Peñafiel, ValladolidCastilla y León, España

Tascas con sabor a lechazo regadas con abundante Ribera de Duero se arremolinan a la sombra de un Castillo que comenzó a levantarse en el siglo IX. Una Plaza del Coso peculiar, una Torre del Reloj de la Villa de lo más curiosa, y un sin fin de edificios religiosos hacen de Peñafiel el lugar perfecto para ambientar una película de damas y caballeros, de nobles y reinas.Castillo de peñafiel castilla y león

14. Alkmaar, Países Bajos

El medievo sabe a queso en la bonita localidad de Alkmaar, situada a media hora larga de Amsterdam. Disfrútala más que ningún día los viernes entre las 10:00 y las 12:30. Ese día a esa hora celebra su tradicional subasta de quesos que vienen en barcazas en brazos de cofradías vestidas de blanco. Un curioso espectáculo, digno de ver.aalmark en los países bajos

15. Cochem, Alemania

El castillo de Reichsburg corona una colina que ocupa parte del valle del río Mosela. Un bello edificio que vigila el no menos hermoso pueblo de Cochem, uno de esos lugares con encanto que no puedes dejar de visitar cuando te acerques al oeste de Alemania.Cochem Alemania

16. Santillana del Mar, Cantabria, España

Le dicen la villa de las tres mentiras porque ni es santa ni es llana ni tiene mar. Poco importa eso a sus adoquinadas calles de piedra, todas parecen pelearse por morir en la Colegiata de Santa Juliana, el edificio más visitado de esta cántabra localidad. A cada paso una casona cuando no un palacio o una iglesia y, de vez en cuando, un abrevadero en el que no es difícil encontrar vacas apagando la sed.Santillana del mar cantabria

17. Piran, Eslovenia

Una muralla y un sin fin de edificios religiosos ponen el toque medieval a un lugar cuyo nombre viene del griego pyr, que significa fuego y recuerda las hogueras que muchos siglos atrás se encendía dentro de su faro para evitar que los barcos encallaran en la ciudad. Bello sitio a pie de costa cuya imagen más emblemática quizá sea la de la Plaza Tartini.Piran en Eslovenia

18. Kazimierz Dolny, Polonia

Que su nombre sea casi imposible de pronunciar no ha ahuyentado a un solo turista de Kazimierz Dolny. Al contrario. Esta pequeña ciudad polaca es uno de los enclaves más visitados de Polonia. Su castillo medieval, iglesias como la de Juan el Bautista, la plaza mayor o la casa manierista Kamienica pod Sw. Mikolajem tienen mucho que ver.Kazimierz dolny polonia

19. Volterra, Italia

No te pierdas la famosa Porta all’Arco que encierran las murallas de Volterra. Un entramado laberíntico salpicado de torres, palacios y edificios religiosos te espera en este agradecido enclave toscano casi a tiro de piedra de la inclinada Torre de Pisa.Volterra in Italy tuscany

20. Aínsa, Huesca, Aragón, España

El Conjunto Histórico Artístico que es Aínsa forma un todo medieval capaz de seducir al visitante más exigente. Su castillo puede presumir de torre con planta pentagonal, y su Iglesia parroquial de Santa María de estilo románico aragonés de manual. Un pequeño gran tesoro de Huesca que nadie debería dejar pasar.Ainsa Huesca Aragón España

20 pueblos medievales más bonitos de Europa...( 1 )

20 de las villas medievales más mágicas del Viejo Continente.

1. Salisbury, InglaterraReino Unido

Si Los Pilares de la Tierra te hicieron soñar con la Edad Media, Salisbury también lo hará. Poner un pie en su catedral es entrar en aquella que describía Ken Follet en su best seller, la misma que frecuentaron Tom Builder, el prior Philip y la inteligente Aliena. En el corazón de la provincia de Wiltshire encontrarás este imponente edificio que sostiene la aguja más larga de Inglaterra (123 metros).Salisbury Inglaterra

2. Olite, NavarraEspaña

Navarra siempre ha sido cuna de gentes nobles que dieron forma a localidades como Olite, un pueblo medieval a poco más de media hora de Pamplona. La joya de la corona de su coqueto casco antiguo es, sin duda, su castillo, un lugar mágico en cuyo patio se celebra cada verano un Festival de Teatro Clásico. Entonces los grandes autores se representan bajo las estrellas. Una cita para no perderse.Castillo de Olite Navarra

3. Fredrikstad, Noruega

Fredrikstad tiene el honor de ser el único enclave noruego que mantiene intactas sus murallas. Para algunos resulta el pueblo más medieval del país. Destaca también su foso, un gran hueco defensivo que a día de hoy sigue lleno de agua y dando forma de estrella a la localidad. Sus 350 habitantes presumen de tener la fortaleza mejor conservada de Escandinavia.Fredrikstad Noruega

4. Cortona, Italia

El casco histórico de Cortona parece abrazarlo suavemente las montañas de la provincia de Arezzo. La cuarta ciudad más grande de Toscana, ya casi en la frontera con la vecina provincia de Umbría, ha sabido conservar un Duomo sencillo pero elegante a cuyos pies se abre una bella ágora, antaño centro neurálgico de la localidad.Cortona toscana italia

5. Besalú, Cataluña, España

Allá donde se cruzan Alto Ampurdán, Pla de l’Estany y La Garrocha se levanta Besalú, un enclave catalán cuyo nombre viene de Bisuldunum que recuerda que es una fortaleza entre dos aguas, las del río Fluviá y las del Capellades. Pasar su puente y patear su judería tele transporta en el tiempo casi tanto como cruzar el umbral del Monasterio de San Pere.Besalú girona

6. Carcasona, Francia

Una sola mirada a la ciudadela de Carcasona basta para entender por qué este lugar fue declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Su muralla es tan imponente como el conjunto histórico que guarda. El Castillo Condal, la Basílica de Saint-Nazaire, la Catedral de Saint-Michel, el Canal de Midi, el jardín de Maria-et-Pierre-Sire. Todo parece estar en el mismo lugar en el que lo colocaron quienes muchos siglos atrás fueron habitantes de la ciudad.Carcassonne Francia

7. Guimarães, Portugal

Dicen que Guimarães, en principio bautizada como Vimaranes, la fundó don Vimara Pérez, un hidalgo que servía al rey asturiano Alfonso III. Fuera así o no, lo que nadie puede negarle a este bello enclave del norte de Portugal es el buen trato que le ha dado a su patrimonio histórico. Su Pazo del siglo XV es excepcional y encierra claras influencias de la arquitectura señorial de Europa Septentrional.Portugal Guimaraes

8. Hervás, Cáceres, Extremadura, España

Érase una vez una de las juderías mejor conservadas de España, hasta el punto que hoy en sus calles aún se pueden comprar auténticas piezas de repostería _koshe_r. Piérdete por sus ensortijadas callejuelas hasta llegar a la Iglesia de Santa María, el punto más alto del lugar. Desde allí, el pueblo parece una isla de tejadillos rojos arrullada por un suave mar de montañas.Hervás en Extremadura

9. Gniew, Polonia

Las aguas del Vístula besan Gniew, la coqueta localidad polaca que preside el Castillo de Ordensburg, una soberbia fortaleza construida por la Orden Teutónica en el siglo XIV. Si vas en la fecha precisa podrás presenciar su espectacular Torneo Internacional de Caballeros, un festival en el que los hombres vuelven a montar a caballo vestidos con armaduras para batirse en duelo.Castillo de gniew en polonia

10. Consuegra, Toledo, Castilla-La Mancha, España

Ir a Consuegra es volver a los tiempos del hidalgo Don Quijote, aquellos en los que según cuenta Cervantes los molinos eran gigantes. El lugar tiene más de doce en total y se fechan en el siglo XVI. Su silueta, combinada con la del Castillo de la Muela regalan un horizonte harto singular, casi con toda seguridad único en el país.Molinos de viento en Consuegra Castilla la mancha