¿Has oído hablar de los secretos de Galicia? ¿De sus pueblos con encanto, de sus playas blancas o de sus bosques mágicos? Prepárate para descubrir tu próximo destino, porque te presentamos una selección de fotografías irresistibles.
Playa de As Catedrais (Ribadeo, Lugo).- Rompe todos los rankings de espacios naturales imprescindibles en los ámbitos gallego y nacional. Sus acantilados horadados por la erosión semejan arbotantes de una catedral gótica, una obra de la naturaleza que aparece y desaparece al compás de las mareas.
Monasterio de Santo Estevo de Ribas de Sil (Nogueira de Ramuín, Ourense).- Convertido en Parador Nacional de Turismo, es uno de los enclaves de referencia de A Ribeira Sacra, a la orilla del Sil y rodeado de bosques de castaños y robles centenarios.
Isla de Ons (Bueu, Pontevedra).- Perteneciente al Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia, protege la entrada de la ría de Pontevedra, y conserva todavía población estable.
Cabo do Mundo (A Ribeira Sacra).- En un entorno dominado por bosques autóctonos y cultivos de viñedos en empinadas terrazas, el río Miño, a su paso por O Saviñao (Lugo) bordea el llamado Cabo do Mundo.
Playa de Rodas (islas Cíes).- La arena fina y blanca, las dunas vegetadas y las aguas cristalinas hacen de las islas Cíes un paraíso. La playa de Rodas es la unión natural entre las islas del Faro y de Monteagudo, y el emblema del Parque Nacional de las Islas Atlánticas de Galicia.
Os Peares.- El pueblo de Os Peares se encuentra en la confluencia del río Sil con el Miño. Atravesado por ambos ríos, tiene la peculiaridad de pertenecer a cuatro municipios de dos provincias, las de Ourense y Lugo.
Laguna de Xalfas (Muros, A Coruña).- A los pies del monte Louro, la laguna de Xalfas es un espacio de gran interés natural, separado de la playa de Area Maior por una barrera de dunas.
O Cebreiro (Pedrafita do Cebreiro, Lugo).- Esta aldea de origen prehistórico, situada entre las montañas de O Courel y Os Ancares, marca la entrada en Galicia por el Camino Francés. Su encanto se acrecienta en invierno.
Mirador de Vixía de Herbeira (Cedeira, A Coruña).- Los acantilados más altos de la Península Ibérica, a 613 m. de altitud, se encuentran en este punto de la sierra de A Capelada, muy cerca de cabo Ortegal.
Covas (Rubiá, Ourense).- El río Sil entra en Galicia por la Sierra de A Enciña da Lastra, donde se encuentra esta pequeña aldea próxima a O Barco de Valdeorras.
¿Entiendes ahora por qué nosotros estamos enamorados de Galicia?
Ver morir al sol en Cabo Fisterra con el mismo pasmo que debió sentir Décimo Junio Bruto en el siglo I cuando creyó estar en el fin de la tierra.
Alcanzar la punta más al Norte de la Península Ibérica, Estaca de Bares, y rememorar multitud de historias de navegantes, guerras y naufragios. (Por proximidad, se complementa de maravilla con el punto 2).
Visitar Santiago de Compostela, centro de peregrinación de la cristiandad, la tumba del Apóstol y el Pórtico de la Gloria.
Alcanzar las llamadas “montañas mágicas” de Galicia, Os Ancares, con sus insólitas pallozas, y dejarte seducir por la naturaleza en estado puro. (Unido con el punto 1, una experiencia redonda).
Navegar por el Parque Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas y por las rías gallegas, y descubrir sus playas de arena blanca y el encanto de sus pueblos marineros.
Conocer A Ribeira Sacra, uno de los pocos lugares donde se practica la viticultura heroica, y visitar su enorme concentración de monasterios, en torno a los ríos Miño y Sil. (Unido al punto número 1, el viaje será memorable).
Seguir la huella romana de la Gallaecia, por los miliarios y calzadas del Parque Natural de O Xurés, las termas que jalonan el cauce del Miño en la ciudad de Ourense, o la muralla de Lugo, Patrimonio de la Humanidad.
Disfrutar de la calidad de los productos del mar y de la tierra, tanto en las elaboraciones tradicionales como en las propuestas de los nuevos valores de la cocina gallega. (Este punto marida con todos, como es obvio).
Conocer los vestigios de los primeros asentamientos humanos en esta tierra, castros, dólmenes, mámoas y petroglifos, de lado a lado de Galicia. (Prueba a preguntar por alguno, y verás lo cerca que tienes uno).
Vistas aéreas de las Rías Baixas para soñar.
Tengo que confesar que en todas las ocasiones que he tenido de volar en helicóptero acompañando a Ricardo Grobas, autor de la mayoría de las fotografías del blog y por supuesto de las de este post, he preferido quedarme en tierra. Puede que todavía no sepa exactamente lo que me pierdo:sobrevolar los paisajes de Galicia casi tocándolos, contemplarlos desde distintas perspectivas en cuestión de minutos, admirar la peculiar orografía de la costa y su privilegiada naturaleza…
Pero puede que después de haberme emocionado viendo tantas y tan bellas fotografías aéreas de Galicia la próxima vez me anime a subir al cielo para contemplar al natural paisajes y lugares tan impensables como estos diez de las Rías Baixas:
1.- El Xidoiro, islote arenoso junto a la Illa de Arousa.
2.- La isla de Tambo, en medio de la ría de Pontevedra.
3.- El islote de A Lanzada.
4.- Isla Vionta, otro montículo arenoso, éste perteneciente al archipiélago de Sálvora.
5.- Baiona, con su fortaleza de Monterreal y sus puertos deportivos.
6.- Las afiladas piedras de los acantilados de las islas Cíes.
7.- El faro de la isla de Ons, en lo alto del monte Cucamo.
8.- Los bolos que forman Isla Rúa, en la ría de Arousa.
9.- La espesura del bosque de la isla de Cortegada, encajada en el fondo de la ría de Arousa.
10.- La playa de Silgar, en Sanxenxo, que parece un diseño de patchwork.
Si te han gustado estas fotos y eres entusiasta de los paisajes, la fotografía y el mar, te interesará conocer el libro de fotografía “Illas Atlánticas de Galicia” de Ricardo Grobas.
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