Paseo por España.

LA ALHAMBRA
Desde los miradores de ese barrio de callejuelas estrechas, plazas abiertas y cármenes perfumados que es el Albaicín, especialmente el más famoso de la ciudad, el de San Nicolás, se admira la mejor panorámica de La Alhambra. Luce extraordinaria a cualquier hora del día, pero, sobre todo, al caer la noche.



MUSEO GUGGENHEIM
Cambió la cara de Bilbao desde que este hito arquitectónico vanguardista del siglo XX obra del arquitecto americano Frank Gehry fue levantado a orillas del río Nervión. El diseño innovador del Museo Guggenheim conforma un seductor telón de fondo para un paseo nocturno por esta renovada ciudad.



SANTIAGO DE COMPOSTELA
Cuando acaba el trasiego de peregrinos y cae la noche es hora de descubrir paseando las calles y plazas del casco viejo de Santiago, cuando más reposada la ciudad tiene, quizá, aún más encanto. Podrás deambular por sus silenciosos claustros, admirar con detenimiento la fachada de su catedral y, más allá, llegar hasta algunas de las zonas más animadas de la vida nocturna compostelana.



CASTILLO DE BELMONTE
El de Belmonte, en la provincia de Cuenca, es un castillo impresionante y además muy animado. Escenario de ínclitas películas, convertido en escenario de combates medievales, hogar de juglares, bufones y trovadores que recrean hoy episodios históricos… Y hasta de noche, con luna llena y la luz de los fuegos artificiales estallando en el cielo.



CÓRDOBA
Entre los imprescindibles de esta ciudad Patrimonio de la Humanidad que los príncipes omeyas convirtieron en otro tiempo en la metrópolis más deslumbrante de Occidente no puede faltar la panorámica nocturna de su puente romano y la silueta de esa gran joya de la arquitectura mundial que es la Mezquita-Catedral iluminada.



BAHÍA DE LA CONCHA
San Sebastián es una ciudad pensada para el paseo, especialmente el que recorre su bahía, por el que antaño paseaba la aristocracia que aquí pasaba sus veranos. Para una caminata agradable, recomendado es el que lleva a la estatua del Sagrado Corazón en el parque del Monte Urgull, pero para admirar las mejores vistas de la ciudad iluminada de noche ninguno como el Monte Igueldo, al que se puede subir en funicular.



CASTILLO DE PERALADA
El de Perelada es un castillo de capricho que, además de visitar de día para pasear por sus jardines –donde tiene lugar el prestigioso Festival de Música Castell de Peralada- y entrar en sus museos -del Vidrio y del Vino-, hay que disfrutarlo de noche, ya que bajo las dos torres del siglo XIV que flaquean esta fortaleza del Alto Ampurdán se esconde además un casino.



MADRID 
Madrid es una ciudad en constante movimiento que se adapta al ritmo de cada uno. Y Madrid también es su incesante vida cultural, las tapas, la marcha…. Una urbe cosmopolita que hay que vivirla para disfrutarla, por supuesto, de día y de noche.



ÁVILA
El mirador de los Cuatro Postes ofrece la mejor panorámica del casco histórico de Ávila, protegido por una muralla de más de dos kilómetros de perímetro que forma parte del Patrimonio Mundial de la Unesco. Y que, de noche, tiene especial encanto.



TORRE AGBAR, BARCELONA
Esta torre obra del arquitecto francés Jean Nouvel revolucionó la silueta de la ciudad cuando se construyó hace unos años, convirtiéndose en uno de los símbolos de la moderna Barcelona. Pero hay que verla de noche para admirarla en toda su dimensión, porque el juego de colores que ofrece este rascacielos inspirado en la arquitectura Dalí cuando se ilumina es toda una sorpresa.



MÉRIDA
Sesenta años lleva el teatro romano de Mérida, uno de los mejor conservados del mundo, siendo el escenario principal durante las noches de los meses de julio y agosto del Festival Internacional de Teatro Clásico. No hay mejor momento para disfrutar el principal monumento de la ciudad, mandado construir por Marco Agripa en el año 15 a.C. que cuando entre sus restos los personajes cobran vida.

Cuenca

Cuenca es pequeña y recogida, pero a cada paso se descubre una sorpresa monumental. Desde el castillo a la plaza Mayor afloran bellos rincones y espléndidos miradores hacia las hoces. El paseo por la ciudad alta recala en iglesias como la de San Pedro o San Felipe Neri, en la torre de la Mangana y, por supuesto, en la catedral. Las casas colgadas, que albergan el Museo de Arte Abstracto, son la imagen más conocida de la ciudad. Desde el parador, cruzando el puente de hierro de San Pablo, las casas y la hoz presentan una imagen soberbia. También, imprescindibles, la ronda de Julián Romero, la Ronda del Júcar y en el entorno del puente de San Antón, en la ciudad baja, además de sus numerosos museos.
Panorámica de Cuenca.

Cuenca

Paisaje rocoso de Los Callejones, junto al pueblo conquense de Las Majadas.