Admiro tantas cosas: Eslovenia

Lugares preciosos que visitar en Eslovenia

Liubliana

Hay mucho que hacer y ver en esta capital diminuta. Encima de la ciudad, el castillo de Liubliana es accesible en funicular o con un paseo algo empinado pero muy bonito. Su torre del reloj es un mirador increíble, con unas vistas magníficas de la Ciudad Vieja, sus plazas monas y su arquitectura barroca. Mientras te das una vuelta, intenta buscar imágenes y estatuas de dragones, que son el símbolo de los orígenes mitológicos de la ciudad. La leyenda cuenta que el héroe griego Jasón y sus Argonautas mataron un monstruo en un pantano en el lugar en el que hoy se alza Liubliana.

Para una estancia verdaderamente inolvidable quédate una noche o dos en el Hostel Celica. Este albergue es una antigua cárcel yugoslava en el que las celdas han sido rediseñadas por más de 80 artistas, que las han convertido en una mezcla de habitaciones privadas y dormitorios comunales. Están decoradas con muebles algo raros (imagina camas redondas que cuelgan del techo), mosaicos y murales. Este hostal también organiza tours guiados por la ciudad, por si no consigues reservar una habitación.

Bled

Esta ciudad pintoresca y de cuento de hadas es el resort más popular de Eslovenia, y con todas las de la ley. La gente viaja aquí para disfrutar de las vistas increíbles del lago con su iglesia pequeña ubicada en un islote. Más allá, puedes ver el castillo gótico de Bled, que está al borde de un acantilado. Es una ciudad perfecta si lo que quieres son unas vacaciones activas, ya que es ideal para hacer rutas en bicicleta, ir en canoa y hacer algo de senderismo. Y si quieres sacar al niño que todos llevamos dentro súbete al telesilla hasta la cima de las pistas de esquí de Straza y baja en tobogán. Es una inyección de adrenalina y una manera sorprendente de absorber las vistas.

Cuevas de Skocjan

Este sistema de cuevas subterráneas es patrimonio de la humanidad de la UNESCO y tiene el salón más alto de Europa. Este cañón enorme bajo tierra se puede cruzar a través de un puente estrecho en el que sentirás en tus propias carnes lo gigantesco que es este espacio. Las cuevas están llenas de estalactitas y estalagmitas increíbles y es el hogar de 15 tipos diferentes de murciélago.

Cueva Krizna. Eslovenia

Piran

La preciosa ciudad costera de Piran está a orillas del Mar Adriático. Las callejuelas retorcidas del casco antiguo de la ciudad están llenas de edificios de estilo veneciano. Su atracción más impresionante es la Iglesia de San Jorge, que se alza sobre la ciudad. Desde la colina en la que está podrás disfrutar de un panorama del horizonte de lo más mediterráneo.

Piran,una de las localidades costeras más bellas del Mediterráneo.

Vogel

Aunque no es el destino más típico para practicar deportes de invierno, Eslovenia tiene muchas pistas de esquí de gran calidad y muchos senderos para hacer esquí de fondo. Vogel, por ejemplo, está ubicado en una meseta por encima del majestuoso Lago Bohinj y es perfecto tanto para los esquiadores novatos como los expertos. Su temporada va de diciembre a mayo y, lo que es mejor, es mucho más barato que otros resorts más conocidos.

Castillo de Predjama

Este castillo de 700 años está situado en un precipicio de 123 metros de altura y se construyó en la entrada de una cueva. Se hizo famoso gracias a la leyenda del caballero Erazem Lueger, que tiene tintes de Robin Hood: era un barón que robaba a los ricos para dárselo a los pobres y que combatió al orden establecido. Ve en julio para ver su torneo anual de duelos medievales.

Valle de Soca

Las aguas turquesas del río Soca van del Parque Nacional de Triglav a Nova Gorica cruzando los Alpes Julianos. Es un lugar estupendo para hacer deportes de aventura. El parapente y el rafting son muy populares, pero si quieres tomártelo con un poco más de calma también hay muchas rutas perfectas para hacer senderismo, montar a caballo o pescar… Nada mejor para relajarte y disfrutar del paisaje.

Eslovenia es preciosa, bellos lugares.

Skofja Loka vive su vida entre calles pintorescas como son Mestni y Sponji y plazas coquetas.

Ptuj Entre su castillo y el río Drava crece tranquila Ptuj. Sus fachadas, su ritmo y sus carteles recuerdan a aquella época en la que fue muy austro-húngara, en la que se hablaba alemán y las calles parecían pintadas por un pastelero. Ptuj es la pequeña ciudad perfecta.