Para los que quieren huir del frío, India y el sudeste asiático son los destinos ideales para estos meses de poca luz. Si ya has visto los sitios típicos de las fotos y crees que no merece la pena volver, te proponemos 10 lugares con mucho encanto que aún no salen en los folletos de los grandes tour operadores y que te pueden hacer cambiar de opinión. Pueden no tener tanta fama como otros, pero todos justifican el viaje y no te dejarán indiferente. Ahora es el momento, cuando los grandes grupos todavía no habrán llegado.
1. Ellora y Ajanta
Quizás no hayas oído hablar de Aurangabad, pero en el pasado fue durante algún tiempo capital de India. Tiene una curiosa versión del Taj Mahal que provoca confusiones cuando la ves en fotos, pero la verdadera razón para venir hasta aquí es visitar las cuevas de Ellora y Ajanta, a menos de dos horas de la ciudad. Como están excavadas en la roca no son desmontables y ningún museo se las ha podido llevar. Algunas están recubiertas de pinturas milenarias llenas de color. Necesitarás un día para ver cada sitio.
Si tuviera que elegir, mi favorito es el impresionante templo Kailash de Ellora, que debería ser una de las maravillas del mundo. Excavado en roca viva vaciando 200.000 toneladas de piedra es un elaborado edificio con galerías y santuarios, además de abundantes esculturas que tardó casi 200 años en terminarse.
2. Batu Caves
Kuala Lumpur es una vibrante ciudad moderna que se está convirtiendo en un concurrido destino de compras. Pero también tiene algunos rincones con mucho encanto. A tan solo media hora del centro, al final de la línea A del tren urbano se encuentran las cuevas de Batu, excavadas en acantilados calizos. El entorno natural es extraordinario, y los templos hindúes construidos en el interior de las cuevas son de los más venerados de la península Malaya.
Los 42 metros de la dorada estatua de Murugan custodian la entrada en una pose fotogénica. En su interior los monos se dedican a robar lo que pueden de los devotos distraídos que se entregan a sus floridas ofrendas. Para disfrutar de un espectáculo humano se recomienda visitarlas en la festividad de Thaipusam que se celebra en la luna llena de enero-febrero según el calendario Tamil.
3. Borobudur
A menos de una hora de la fascinante ciudad de Yogyakarta se encuentra el monumento budista más grande del mundo, la estupa de Borobudur. Construida en piedra hace más de 1200 años, surge como una imponente pirámide de 120 metros de lado con seis terrazas cuadradas adornadas con ricos murales esculpidos. Las tres terrazas circulares superiores rompen la forma piramidal y distribuyen las 72 estupas huecas, cada una con su respectivo buda, que cautivan a los fotógrafos. Las vistas de los volcanes y vegetación circundantes son un atractivo más, y no son pocos los que inician la visita viendo el amanecer sobre Borobudur desde un mirador de los alrededores, para visitarlo antes de que llegue la avalancha de turistas.
4. Luang Prabang
El pequeño país de Laos pasa desapercibido para la mayoría de la gente pero es uno de los que mejor guarda la esencia del sudeste asiático. Y la perla es sin duda la antigua capital de Luang Prabang, en el lejano norte. Aparte de las excursiones por los alrededores, el palacio real y sus templos budistas te sorprenderán con su exquisita decoración, y los mercados nocturnos te cautivarán con sus puestos de comida y curiosas artesanías. Una de las formas más auténticas de llegar es recorriendo el Mekong desde la vecina Tailandia, atravesando selvas de película. Pero si eres de los que prefieres cosas más tranquilas puedes llegar en avión y disfrutar de su ritmo tranquilo, aunque asegúrate de que tienes fecha de vuelta, no vaya a ser que su magia te atrape y quieras quedarte.
5. Bali desconocido
Además de playas y arrozales, Bali tiene preciosos templos y palacios que a veces quedan en un segundo plano. Ubud suele usarse de base para explorar el interior, pero poca gente se aventura más al este o al norte. Las playas de la costa de Amed, con un fondo marino todavía virgen y muy pocos turistas, son la base ideal para recorrer los Palacios de agua de Tirtagangga y Taman Ujung. Estas maravillas diseñadas para el disfrute de los reyes de Karangasem están ahora al alcance del resto de los mortales. Los templos de la costa norte se pueden acceder fácilmente desde Lovina, que aunque no tiene una playa que encandile, sí dispone de alojamientos buenos y baratos. Desde allí se puede alquilar una moto y recorrer las cascadas de Git-git, disfrutando de los arrozales que caen en cascadas hacia el mar y los lagos volcánicos de Buyan y Beratan. En éste último se levanta el Pura Ulan, uno de los templos más importantes de la isla, al que se le pide que no falte el agua para los campos de la isla.
6. Dambulla
Sri Lanka ha estado fuera de los circuitos turísticos mucho tiempo, pero el conflicto bélico es ya cosa del pasado y se puede visitar con seguridad. Antes de que se los grupos regresen es el momento de recorrerlo y disfrutar de sus playas del sur y del montañoso interior salpicado de plantaciones de té y reliquias coloniales británicas. Uno de los lugares que más me impactó fue Dambulla con sus cuevas donde se guardan cientos de figuras de buda, completamente recubiertas de pinturas. No muy lejos está Kandy que custodia una de las reliquias más veneradas de Buda, su diente, salvado in extremis de la pira funeraria, y que da derecho a gobernar la isla a aquél que lo posea
7. Bagan
La apertura de Myanmar al turismo está haciendo que cada vez tenga más visitantes. He vuelto con un intervalo de 8 años y he notado muchos cambios, sobre todo en el circuito más habitual, y es por eso que os animo a visitarla antes de que pierda totalmente su “alma”. Uno de los sitios más fascinantes es Bagan, la antigua capital birmana de las mil pagodas. Aunque ya llegan los tours y se puede sobrevolar en globo, la extensión es tan grande que puedes perderte con una bicicleta entre sus incontables pagodas y charlar con los paisanos que cultivan todavía los campos, o con el monje de retiro que vive en alguna apartada pagoda. Para disfrutar de la vista aérea puedes escalar alguna pagoda y esperar a que el atardecer te regale una inolvidable puestas de sol, con las siluetas de las pagodas recortando el verde de los árboles tamizados por el polvo que levantan las carretas de bueyes de vuelta al hogar.
8. Mandalay
Para disfrutar delMyanmar más auténtico hay que subir al norte.Desde Mandalay se puede acceder a Pyin U Lwin, una antigua estación de montaña que los ingleses construyeron para huir del calor y que en la que todavía se utilizan las calesas a modo de taxi. Desde allí el recorrido en tren a Hsipaw atraviesa un encantador paisaje rural y un centenario puente metálico que salva una quebrada de más de 100 metros. Es en esta zona donde puedes encontrar el encanto birmano que se está perdiendo en las zonas a las que llega más turismo. Pero antes de abandonar Mandalay, que bien merece una visita, no puedes dejar de visitar el puente de U Bein, en la vecina Amarapura. Construido en madera de teca, mide 1200 metros y parece que esté vivo debido a la cantidad de gente que lo atraviesa y actividades que se hacen a su alrededor. Es uno de mis lugares preferidos de Asia, y una de las mejores puestas de sol del planeta.
9. Hampi
A poco más de 300 km al este de Goa, en una campiña de arrozales, bananos y palmeras se levantan las ruinas de Hampi, la que fue poderosa capital del imperio Vijayanagar. Sólo los alrededores del templo Virupaksha han quedado habitados a modo de pueblito que da servicio a los turistas, y recauda donativos con un método único. Un elefante te bendice poniendo la trompa sobre la cabeza tras recogerte la moneda de la mano como si fuera un quinto brazo. Fuera del pueblo el paisaje es dalininano con bolos de granito, surrealista. Hay templos, murallas, baños reales, columnas musicales, relieves dignos de museos de renombre, avenidas porticadas ahora vacías, pozos cuadrados con escaleras al estilo de Escher y palacios de más de 500 años. Necesitarás por lo menos dos días para recorrerlos, perdiéndote por los caminos sin señalizar y con la extraña sensación de sentirte solo en mitad de la India.
10. Territorio de los Toraja
En una zona montañosa de la parte central de la isla de Celebes habitanlos Torajas, una de las tribus con ritos funerarios más peculiares que conozco. Si se tiene la suerte de coincidir con uno de sus entierros, las imágenes quedarán grabadas para siempre en tu memoria. Las ceremonias duran días enteros en los que se sacrifican cerdos y búfalos de agua dando la impresión de una boda más que un funeral. Tras guardar el tomate (nombre que le dan al muerto antes de enterrarlo) en casa durante varios meses mientras se prepara la ceremonia, finalmente se deposita en una cueva y se elabora una estatua que preside el balcón de entrada a la cavidad. Las cornamentas de los búfalos decoran las fachadas de los centenarios tonkgonan (casas típicas con tejados en forma de cuernos) que forman poblados entre preciosos paisajes de arrozales.
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