martes, 16 de junio de 2015

10 motivos para viajar a Nagaland, el gran desconocido de India.

El noreste de la India guarda algunos de los rincones más desconocidos del país. El grupo de estados de noreste hace frontera con 5 países y contiene una gran riqueza en biodiversidad, cultura y etnias.

En esta ocasión no introducimos de lleno en el estado de Nagaland, territorioKonyak. Los Konyaks son uno de los 16 grupos étnicos que ocupan Nagaland y habitan las zonas montañosas del noreste. Viven en un entorno natural impresionante y cuentan con una cultura y tradiciones muy interesantes. Nos vamos de la mano del viajero y fotógrafo Sergio Carbajo del blog SayLluiiis, que siente verdadera fascinación por este pueblo y lo ha fotografiado como nadie.


Os damos 10 motivos para animaros a explorar territorio Konyak en Nagaland:


1. Descubrir una nueva India

Normalmente tenemos imágenes preconcebidas sobre algunos destinos. Por ejemplo al hablar de la India lo primero que suele venir a la mente son saris coloridos, olores, vacas sagradas, santones, camellos… India tiene mucho más que ofrecer que circuito turístico clásico así que coge tu mochila y las ganas de aventura y elige alguno de los estados más desconocidos y descubre India de nuevo. En Nagaland convivirás con gente muy acogedora que hará que te lleves un buen recuerdo de esta pequeña parte del país.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


2. Cultura y vida Konyak

Los Konyak tienen una cultura y tradiciones muy interesantes y les encanta compartirla con los visitantes. Este pueblo se dedica principalmente a la agricultura y en menor medida a la caza. En los poblados más remotos se pueden encontrar las casas tradicionales Konyak (longhouse). Son casas alargadas de madera y hoja de palmera donde suele convivir toda la familia. Se divide en dos zonas, la de la hoguera de la cocina y la de la sala de estar. En los campos, normalmente alejados de casa, se suele tener una pequeña cabaña de madera donde se alojan en las temporadas de recogida.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com

Actualmente aún se mantiene el sistema político de los Angh. El Angh es la persona encargada de administrar el pueblo y los poblados menores satélites de los alrededores. Cada área se considera un reino y el sistema es hereditario por lo que el Angh en realidad es un rey. De hecho será la primera persona que visites al llegar a un poblado y es tradición traerles algunos obsequios para obtener el beneplácito de hospedarse en sus tierras.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com

Otro aspecto a destacar de los Konyak es el sistema del Morung. Los Morung es un sistema de traspaso de cultura y tradición entre generaciones. Los jóvenes, separados por sexo, conviven a tiempo parcial en unos albergues hasta su mayoría de edad o hasta que se casan. Al margen de la educación y las tareas de ayuda en su casa, por la tardes se les enseña disciplina, artesanía, artes de la guerra y tradición.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


3. Cazadores de espíritus, los headhunter

Sin lugar a dudas, el aspecto más reconocible y fascinante de la cultura Konyak es el Headhunting y los tatuajes en los hombres. Los Konyak son conocidos como valientes y corajosos guerreros. Sus poblados se construían siempre en lo alto de las colinas con el objetivo de tener controlados los ataques de pueblos vecinos. Los enfrentamientos entre villas eran habituales y la tradición mandaba traer la cabeza cortada del enemigo al poblado.
La reina (madre del Angh) recibiría a los valientes guerreros en su casa para tatuarles la cara, cuello y pecho dependiendo del número de cabezas que traían. Se creía entonces que con la cabeza capturaban el espíritu del enemigo y poderes mágicos.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com

Parece que estemos hablando de historia de hace mucho tiempo, pero las prohibición de estas prácticas y los últimos casos conocidos son de mediados de los años setenta. Así que es muy habitual encontrarse con la última generación viva de headhunters. Según palabras de ellos mismos vivieron una época muy dura, ya que para ser considerado hombre se tenía que haber ido a enfrentarse a otros poblados y volver victorioso.  

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


4. Historias al calor de la hoguera

Una vez de noche y sin más luz que la de la hoguera la mejor opción es sentarse al lado del fuego y escuchar las historias de los ancianos. Los pueblos suelen ser pequeños y la gente es muy acogedora por lo que visitar cada noche una hoguera puede pasar a ser una gran parte del viaje.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com

No existen registros escritos sobre la historia de los Konyak por lo que en gran parte todo se basa en mitos y leyendas.  Hay varias historias sobre el origen de la etnia Konyak y en cada casa te contarán su versión. Se pueden escuchar historias sobre la segunda guerra mundial donde explican cómo fue su primer encuentro con un avión de la guerra: creían que eran pájaros que escupían fuego. Mientras se pasan la pipa de fumar las historias continuaran con batallas entre poblados, sus primeras experiencias como headhunters, el momento en que recibieron sus primeros tatuajes en la cara o encuentros con tigres y osos en los alrededores del poblado. La hoguera también es el lugar ideal para charlar con el Angh del poblado y que nos explique sus principales responsabilidades o recibir la visita del adivino del pueblo para que nos lea el futuro en cáscaras de plátano. 

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


5. Días de campo

Una buena y relajante experiencia es ir a pasar el día al campo. Normalmente el trabajo de campo se lleva  a cabo en terrenos bastante alejados de los poblados por lo que la jornada de trabajo empieza tras el desayuno y no se vuelve hasta la hora de cenar.  Es una buena ocasión para compartir tiempo con las mujeres Konyak, que son extremadamente trabajadoras tanto en casa como en el campo. Al contrario que en muchos estados de la India, ser mujer y Konyak supone tener un estatus social muy elevado.
Después de una buena jornada en el campo seguro que no faltará maíz tostado en una hoguera improvisada para coger energías para volver al pueblo.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


6. Festivales en Nagaland

Las tribus de Nagaland celebran sus festivales con dedicación y pasión. Son el acontecimiento más importante del año. El más importante para los Konyak es el Ao Ling, celebrado en primavera y relacionado con la siembra del campo. Suele ser la primera semana de Abril.
Todos se ponen sus mejores ropas tradicionales y se realizan intercambios de flores, canciones y danzas. Los festivales han ido evolucionando con los tiempos y ahora se aprovechan también para hacer feria de ganado, concursos de belleza y mercadillos de artesanía.
Recientemente el gobierno de Nagaland creó el festival Hornbill con la intención de crear un festival de festivales e intentar unificar las distintas etnias de las zonas en un gran evento cultural y festivo. El Hornbill se suele celebrar la primera semana de Diciembre en Kohima.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


7. Artesanía

La artesanía no es una de las principales actividades económicas de los Konyak, pero los hace autosuficientes para todas sus necesidades. Decoración de fachadas, casas, cestos, collares, ropa y artesanía. Todo tiene sello konyak y por eso todo es tan auténtico e inimitable.
La mayoría de las casas están hechas de madera, paja y hoja de palmera. Con puertas talladas con todo lujo de detalles. Normalmente se decora las entradas con calaveras de búfalos que. Algunas casas por dentro parecen museos, en las paredes exponen enormes tablones tallados son simbología de animales e historias de cazas o headhunting. Las mujeres son expertas tejedoras y se crean ellas mismas sus ropas coloridas y alegres, así como la mayoría de sus atuendos.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com

En cada poblado suele haber una casa de artesanos donde se dedican a creaciones decorativas más complejas. No está de más hacerles una visita ya que es probable que salgas con uno de los suvenir más auténtico de todos tus viajes.


8. Rutas de trekking

Estamos en medio de montañas verdes y frondosas. Hay múltiples caminos que explorar y en los que perderse lo que lo convierte en una zona ideal para los amantes de la naturaleza. Hay algunos poblados satélites que sólo son accesibles a pie. Por ejemplo desde Longwa (el último poblado en la frontera con Myanmar) se puede visitar otros pueblecitos como Nyahnyu, un secreto escondido en una pequeña colina tras atravesar jungla durante más de 4 horas. Se pueden encontrar incluso puentes colgantes vivientes como los de Meghalaya pero de menor tamaño, toda una aventura. Desde el poblado de Mon se puede ir hasta Shiyong y de allí hasta Shianghah Wamsa y Shianghah Chingnyu, si tienes ganas de caminar tienes ¡todas las opciones que quieras!

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


9. Visitar dos países al mismo tiempo

Si visitáis Longwa vais a poder visitar dos países en el mismo viaje. Algunas casas de Longwa están construidas justo en la frontera con Myanmar por lo que te podrás tomas un té en la cocina en India e ir luego a la habitación principal en Myanmar.  Es posible hacer alguna ruta por la parte de Myanmar sin alejarse demasiado. No hay controles en esta parte de la frontera, pero tampoco son necesarios porque no creo que os atreváis a aventuraros solos a un territorio que ellos mismos llaman “No man’s land”.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


10. Otros lugares de interés

Si dispones de más tiempo no dudes en visitar otras zonas de interés en Nagaland y otros estados vecinos:
  • La ciudad de Kohima en Nagaland es todo un centro histórico relativo a la segunda guerra mundial. Hay varios museos y un cementerio dedicado a las víctimas aliadas.
  • Perderse entre las interminables plantaciones de té de Assam. Aquí el té se planta en llano en terrenos que se extienden hasta el horizonte.
  • El río Brahmaputra en su paso por Assam alberga la isla fluvial más grande del mundo, Majuli. La isla ocupa un área de 1200km2 aunque cada año disminuye su tamaño por la erosión. Se conoce como el centro cultural de Assam ya que muchas tradiciones provienen de la isla.
  • Explorar  el parque nacional de Kaziranga en busca de los últimos rinocerontes de un solo cuerno de la India.
  • Cruzar el Brahmaputra hasta Arunachal Pradesh para conocer otras etnias y culturas distintas de la India.

© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


¿Cómo llegar a Nagaland?

A veces un destino como este parece que se nos escape de las manos o creemos que nos va ser imposible llegar por nuestra cuenta. ¡Manos a la obra!
Con Skyscanner sólo nos hace falta buscar un vuelo a Calcuta y desde allí otro local a Dibrugarh. De Dibrugarh iremos en transporte local hasta Mon o en 4x4 compartido.

¿Dónde alojarte en Nagaland?

Te recomendamos dos campos base para alojarte. En primer lugar, en el poblado de Shiyong, Phejin Konyak acaba de finalizar la casa de sus sueños para huéspedes. Es un lugar 100% recomendable para visitar y no encontraréis otro igual a cientos de kilómetros. Phejin es la nieta de un auténtico headhunter y ha recibido numerosas visitas de personalidades. Si os interesa, le podéis mandar un correo a phejin@gmail.com.
En Longwa encontramos la casa de la comunidad de la familia Wangnao. Longsha Wangnao y su encantadora familia os alojaran en una auténtica longhouse de madera y paja en la entrada del pueblo. Les podéis contactar en este correo electrónico: longshawangnao@gmail.com.
Y si lo que quieres es un viaje 100% organizado y con todas las comodidades tampoco es un problema. Vaivhav Todi de The Greener Pastures te puede organizar el tour que quieras por Arunachal Pradesh, Assam y Nagaland.

Un consejo: Intenta viajar con guías locales  y en grupos reducidos. Practica un turismo respetuoso con el medioambiente y el ser humano. Los lugareños te lo agradecerán y disfrutarás más del viaje.

Si quieres saber más sobre las aventuras de Sergio y David (y de sus cámaras de fotos) no te pierdas su blogSayLluiiis. Te robará el corazón y te dará ganas de hacer la maleta y salir volando. Con fotos como éstas, como para no enamorarse.


© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


© Sergio Carbajo / Saylluiis.com


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